jueves, 5 de mayo de 2011

RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL CONTADOR PUBLICO

La responsabilidad es la calidad y el compromiso de ser consecuente con un acto, ya sea propio o ajeno, con la cual se da crédito  de la capacidad de conocimientos y la  buena fe de un nosotros mismos.  Por tato la responsabilidad se  la puede tomar desde distintos contextos de la condición del hombre, mas no significa que  sea distinta  según los argumentos en que la utilicemos.  Para comenzar, esta es  inherente a la ética y la moral de cada uno,  es el resultado de disciplina y deber consigo mismo  y con los que le rodean,  esta no se limita solamente  a significados superfluos a los cuales estamos acostumbrados:  trasciende y marca el proceder de cada persona, la responsabilidad no es una palabra, es un compromiso. Por tanto es importante recalcar en  la formación de valores  sociales, culturales, teológicos, entre otros dentro de  proceso de académico del los Futuros Contadores Públicos, pues, como bien sabemos en nosotros recae un compromiso importante  con la sociedad a la que serviremos.

Ante todo, la profesión del contador publico  es  la facultad de  ser garante de un acto publico en función de  las  competencias adquiridas por medio de un proceso académico y  una acreditación por la JCCP y CTCP, de carácter liberal  y con varios campos de ejecución  dentro del contexto socio económico, regida por normativas muy puntuales en la técnica y la practica del oficio, estos últimos complemento uno del otro, pero  si se tiene en cuenta el factor humano, que es la parte que aplica  el conocimiento,  nos es factible plantearse cual es su función en la profesión, como debe regirse según lo dicho anteriormente, que debe o no hacer.
Podemos  concluir fácilmente que  la responsabilidad mas que  un concepto o un conjunto de normas, es una condición  netamente  del individuo espiritual e intelectual. El hombre es un ser con capacidades inmensas para conjeturar, crear innovar de manera increíble, así mismo es un ser lleno de valores y virtudes que  lo hacen  único, es autentico,  capaz de adaptarse y ser parte importante del cambio.

En la profesión   el individuo  debe guiarse bajo principios y conceptos que  en el caso contaduría publica deben ser  generantemente aceptados por los entes de control de la misma,  y  me refiero   a principios   al código de ética, los procesos de aplicación y praxis de la técnica,   pero el tema de la ética es bastante complejo, a veces, algunos estudiosos  pretenden  de esta como un conjunto de imperativos  absolutos,  de reglas inquebrantables y de ejecución obligatoria, lujo que los contadores no pueden  permitirse, puesto que diariamente tiene hacer juicios según criterios  propios  y acordes a la situación en la que se encuentran. Aunque esto no sugiere que las normativas que  rigen el código de procedimiento ético  de los contadores sean flexibles. Para quien se rige por normas éticas, estas debes ser relevantes, trascendentes y deben también permitirle la utilización de su conocimiento en su escogencia de alternativas, las normas éticas de la profesión del contaduría Publica ha evolucionado a lo largo del tiempo y desarrollo de la profesión, muchas normas actuales  fueron aceptadas en la practica antes de haber sido escritas en algún código, la ética ha evolucionado como  resultado de muchos juicios de  valores semejantes durante un largo tiempo, es decir que  la normatividad ética  esta regida por conductas propias de cada individuo y que dentro del campo de la cotidianidad y la aceptación se han convertido en un deber inherente a la profesión del Contador Publico.
Las reglas de ética generalmente asumen un tono negativo, tienden a señalar normas mínimas y por tanto  a menudo expresan lo que la persona no debe hacer y muy pocas hacen referencia a la importancia   de proponer una conducta que  este mas allá de  las inhibiciones.

De hecho los códigos de ética deberían enfatizar en crear conciencia positiva, mostrar al contador como una persona  que se mide por sus  aptitudes y virtudes y no por sus debilidades, demostrar que este es  capaz  de argumentar, de  resolver asuntos y de ser tan eficaz en la medida que le sea posible, que su ética  se basa en la integridad, la objetividad, la competencia técnica, su conducta con los clientes, con sus colegas y sobre todo en la responsabilidad al  aplicar su  conocimientos, la sociedad espera mucho de los contadores públicos por tanto los pilares de su formación deben estar estructurados en  valores  diáfanos y veraces, que se puedan aplicar y que estén al alcance de la condición humana.

Nuestra  profesión  abarca gran cantidad de   principios de formación  integral tanto moral como intelectual,   y  al hablar de contador publico nos referimos a la persona que puede dar fe publica,  aquella que satisface las necesidades de la sociedad  mediante la medición, evaluación, ordenamiento, análisis e interpretación de la información contable  de modo que a partir de los juicios veraces que este plantee.   Para ello debe en él desarrollarse  actitudes de profesionalismo  en principios éticos, como son la honestidad y veracidad en su palabra, Ser objetivo  en sus aportes y sobre todo imparcial en los asuntos que le corresponden, autónomo en su trabajo, con criterio de elección  y análisis , debe ser fiel y leal con el usuario de sus servicios, mantener el principio de confidencialidad y respeto a la reserva de información publica su   conducta debe ser pulcra y diáfana  con auto determinación.

La falta de estos valores o principios morales mas que causar  una crisis de índole empresarial financiero o social  demuestran la falta de compromisos de los profesionales, la falta de decisión y  fortaleza del espíritu  de emprendimiento   para el bien. Resulta muy fácil para muchas personas  ser corruptas y/o envenados por el facilísimo, ambición  y la mediocridad  que implica  la carencia de  personalidad  y carácter para tomar decisiones sabias. Y resulta importante también diferenciar y enfatizar en ellos que un cosa es la obligatoriedad  de la profesión y otras las normativas que el contador debe seguir  para su conducta, me explico,  cuando se habla de obligación se habla de reglamentos inquebrantables, que son de cumplimiento estricto y general para todos los que se sujeten a ellas, son también un requisito para ser… o para formar  parte de…   y que a diferencia de los principios de conducta, estos son inherentes  a al titulo, al estatus del contador como ente dentro del contexto jurídico o por la inscripción  ante el estado, es decir,  el contador esta obligado a cumplir  las normativas legales y vigentes expuestas por los entes de control y vigilancia de la profesión, que debe  observar  las normas de ética profesional, actuar según las normas de auditoria generalmente aceptadas, y vigilar  que el registro e información compilada y los métodos para hacerlos sean  los que este acatados por  principios contables generalmente aceptados en Colombia (capitulo 2 articulo 8  ley 43 del 90). 

El Contador Público debe conocer el ordenamiento jurídico, en particular en aquellas áreas más directamente relacionadas con su especialidad. Pero si el Contador Público reduce su ética profesional a lo que está aceptado o tolerado por la ley, tendremos un ejército de profesionales, que con su firma, pueden respaldar indelicadezas y abusos contra el bien común. Por lo tanto, se impone una ética inspirada en la dignidad de la persona que conduzca a consensos que sean operativos en al ámbito económico, político, social y aunque de manera muy general se ha tocado el tema de la ética y la obligatoriedad, si  se puede percibir la importancia de esta en  el desarrollo  y formación de los contadores públicos, y sobre todo el compromiso que tienen  los centros de formación, como de esos depende que  la función de los egresados sea acorde  a lo estipulado  por ley, a lo que los códigos de ética  prediquen y a lo que cada institución pretende en su misión y visión. De hecho, en la misión, visión y objetivos del programa de contaduría publica de nos Ofrece nuestra Alma Mater (Universidad Mariana)  se percibe el compromiso  de formar personas integras,  con capacidad critica,  de innovación, reflexión, y sobre todo   propendiendo por el desarrollo tanto cognoscitivo como el espiritual;  de modo que cada uno  de los egresados se convierta en participe activo del desarrollo socio económico, cultural y demás en los que pueda estar prestando su servicio.  Con esto se promoverá la  divulgación de valores   y  de prestigio de cada uno de nosotros en al medida de la aplicación y cumplimiento de la responsabilidad social.